Dormir es esencial en el desarrollo de un bebé y en la tranquilidad de los padres. El sueño ayuda a reparar el organismo, fortalecer el sistema inmunológico, regular el metabolismo y mejorar el estado de ánimo. Además, favorece el desarrollo cognitivo, emocional y social de los bebés, ya que durante el sueño se consolidan los aprendizajes y se procesan las experiencias vividas.
Sin embargo, muchos padres tienen dificultades para hacer dormir a sus bebés, lo que puede afectar el bienestar de toda la familia. Por ello, en este artículo exploramos cuántas horas debe descansar un bebé, cómo hacerlo dormir, y te presentamos algunos consejos y productos para facilitar el descanso de tus hijos.
¿Cuántas horas debe dormir un bebé?
La cantidad de sueño que un bebé necesita varía dependiendo de los meses que tenga. Según la Fundación Nacional del Sueño, esta es la cantidad de horas que debe dormir un bebe al día según su edad:
Edad | Horas recomendadas de sueño al día |
---|---|
0-3 meses | 14-17 horas (con siestas) |
4-11 meses | 12-15 horas |
12-24 meses | 11-14 horas |
¿Cómo hacer dormir a un bebé?
Cuando empieces a notar los signos de cansancio en tu bebé, como fruncir el ceño, bostezar o hacer movimientos bruscos, es el momento ideal para acostarlo. Pero antes de hacerlo, es fundamental asegurarse de que ha comido y que tiene un pañal limpio, además de verificar que no tenga ni frío ni calor.
Implementar una rutina consistente a la hora de dormir, como un baño relajante, un cuento o canciones de cuna, ayudará a tu bebé a entender que es hora de descansar y facilitará su sueño. Establecer esta rutina lleva tiempo, pero seguir la pauta de 'comer-jugar-dormir' suele ser una excelente guía.
Finalmente, debes recordar que un bebé necesita tu ayuda para relajarse y dormir pero, a medida que crece, aprende gradualmente a tranquilizarse por sí mismo.
Consejos para ayudar a un bebé a dormir
A medida que los bebés crecen, empiezan a aprender a distinguir entre el día y la noche, un hito esencial que allana el camino hacia noches de sueño más prolongadas y reparadoras. La rutina es esencial para los bebés y para ello puedes apoyarte con productos que ayudan a que tu bebe duerma más rápido.
A continuación, exploramos 8 consejos para ayudar a un bebé a dormir:
1. Mantén a tu bebé cómodo
Para hacer que tu bebé duerma mejor, es importante mantenerlo cómodo. Esto comienza por la elección de la ropa y la temperatura del entorno. Asegúrate de que tu bebé esté vestido con prendas suaves y apropiadas para la temporada, evitando el sobrecalentamiento o la sensación de frío. Una buena regla es ponerle una capa más de lo que tú llevarías. Puedes comprobar si tiene frío o calor tocando su nuca o su pecho.
La elección de una superficie de descanso adecuada también es crucial. Asegúrate de que el colchón de la cuna sea firme y esté cubierto con una sábana ajustada.
Otro aspecto importante es el uso de pañales cómodos y absorbentes que mantengan a tu bebé seco. Cambiarle el pañal antes de acostarlo es esencial para evitar incomodidades durante la noche y asegurar que duerma tranquilamente.
Verifica también que el ambiente sea tranquilo y oscuro. Puedes usar cortinas opacas o poner una luz de noche suave si crees que le ayuda a relajarse.
2. Regula la temperatura del cuarto del bebé
Mantener una temperatura adecuada en el cuarto del bebé es vital para su comodidad y seguridad durante el sueño. Los expertos sugieren que el rango óptimo está entre 20 y 22 grados Celsius. Un ambiente demasiado caliente puede aumentar el riesgo de SIDS (muerte súbita del lactante) y un ambiente demasiado frío puede perturbar el sueño del bebé y hacer que se despierte con frecuencia.
La temperatura del cuarto también puede influir en la calidad del sueño del bebé. Un ambiente cálido, aunque sea confortable inicialmente, puede llevar a sudoraciones y molestias, mientras que un ambiente frío puede provocar que el bebé se despierte debido al frío. Es importante encontrar un equilibrio que mantenga al bebé lo suficientemente abrigado, pero sin sobrecalentarse. Utilizar un termómetro en la habitación puede ayudar a monitorear la temperatura constantemente.
Además, la ropa de cama debe ser apropiada para la temporada y la temperatura del cuarto. Evita el exceso de capas. En cambio, opta por ropa de cama transpirable y segura para bebés que no aumente demasiado la temperatura corporal. Vigila siempre a tu bebé para asegurarte de que no tenga calor ni frío excesivo, y ajusta la ropa de cama y la temperatura de la habitación según sea necesario para mantener un entorno de sueño cómodo y seguro.
3. Atenúa la luz
La presencia de luz artificial o natural en la habitación de un bebé altera su ritmo circadiano, la señal interna que indica cuándo es hora de dormir y cuándo es hora de despertar. La exposición a la luz tenue puede estimular la actividad cerebral y retrasar la producción de melatonina, la hormona del sueño, lo cual es especialmente relevante en el caso de los recién nacidos y los lactantes. Por esta razón, es aconsejable utilizar cortinas opacas y establecer una rutina de sueño que incluya atenuar las luces una hora antes de dormir. Esto ayudará a señalar al cuerpo del bebé que es hora de descansar.
Mantener un ambiente oscuro ayuda a promover un sueño más profundo y reparador, facilitando que el bebé pase de un ciclo de sueño a otro sin interrupciones, y evita los despertares prematuros. Con una correcta gestión de la luz, mejorará significativamente la calidad del sueño de tu bebé, contribuyendo a su salud y bienestar general.
4. Establece horas específicas de sueño
La consistencia en las horas de sueño crea un ambiente predecible que ayuda a los bebés a entender cuándo es hora de dormir. Establecer horarios proporciona una sensación de seguridad y comodidad, lo que a su vez contribuye a noches de sueño más tranquilas.
Idealmente, el bebé debería dormir a las mismas horas todos los días, lo que permite que su reloj biológico se ajuste gradualmente a ese patrón. Esto no solo facilita el proceso de quedarse dormido, sino que también ayuda a prolongar la duración del sueño nocturno.
La primera clave es mantener la misma hora de inicio para la siesta y la hora de acostarse todas las noches. Para lograr esto es ideal que el bebé esté en el ambiente donde duerme, sin ruido, y con luz tenue todos los días a la misma hora.
5. Utiliza ruido blanco
El ruido blanco es un sonido constante que contiene todas las frecuencias audibles con la misma intensidad. Se parece al sonido de la lluvia, el viento o el océano y hace que el bebé se sienta más seguro y relajado. De hecho, expertos aseguran que este tipo de sonidos se parecen al que los bebés perciben cuando están aún en el vientre de la madre y que, por lo tanto, ayuda a los bebés a dormir, al sentirse protegidos y cómodos.
Utilizar una máquina de ruido blanco para dormir al bebé de forma recurrente, genera una asociación entre el sueño y el sonido. Es decir que, con el paso del tiempo, al escuchar el ruido, el bebé entiende que es hora de dormir y se queda dormido fácilmente. Además, el ruido blanco actúa como un enmascarador de otros sonidos que pueden interrumpir el sueño, como el tráfico, los ladridos de los perros o los ronquidos.
Es importante mantener el ruido blanco a un volumen bajo, dado que su uso con un volumen elevado puede afectar a la audición del bebe.
6. Establece una rutina para dormir
Los bebés, al igual que los adultos, se benefician de la estructura y la previsibilidad en sus horarios. Al crear una rutina para dormir, estás proporcionando a tu bebé una señal clara de que es hora de descansar, lo que ayuda a calmarlos y prepararlos para un sueño profundo y tranquilo.
La clave para una rutina efectiva de sueño es la consistencia. Esto significa realizar las mismas actividades en el mismo orden a la misma hora cada noche. Tu rutina de sueño puede incluir actividades relajantes como un baño tibio, seguido de un cuento o canciones de cuna, y finalmente, un momento tranquilo para acurrucarse antes de dormir.
7. Ponlo en la cuna cuando está aún despierto
La clave para este enfoque es poner a tu bebé en la cuna cuando esté somnoliento pero aún despierto. Puedes mecerlo o acariciarlo un poco para ayudarlo a relajarse, pero no hasta que se duerma del todo. Si llora o se inquieta, puedes hablarle con voz suave o cantarle una canción para tranquilizarlo, pero sin sacarlo de la cuna.
Así, el bebé podrá asociar la cuna con el sueño y no con la separación de sus padres. Esto les permite aprender a autorregularse y a desarrollar la habilidad de dormirse por sí mismos.
Al principio, puede costarle al bebé adaptarse a este cambio y puede protestar o llorar más. Puedes estar cerca de él y ofrecerle tu apoyo, pero sin interferir demasiado en su proceso de aprendizaje. Con el tiempo, verás que tu bebé se duerme más fácilmente y duerme más tiempo en su cuna.
8. Ofrécele un chupón
Los chupones proporcionan un estímulo reconfortante para los bebés. La succión no solo es una necesidad natural para ellos, sino que también es una fuente de consuelo y alivio.
Sin embargo, es importante considerar el momento adecuado para introducir un chupón en la rutina de tu bebé, especialmente si estás amamantando. La recomendación general, apoyada por estudios de Mayo Clinic , sugiere que es mejor esperar hasta que el bebé tenga entre 3 y 4 semanas de edad y se haya establecido una rutina de lactancia antes de ofrecer un chupón. Esta precaución ayuda a evitar posibles confusiones o interferencias con el amamantamiento.
Ofrecer un chupón a tu bebé cuando tiene dificultades para quedarse dormido ayuda a tranquilizarlo. Es importante recordar que no todos los bebés aceptarán un chupón y que es crucial respetar las preferencias individuales. Algunos bebés pueden rechazarlo o simplemente no sentirse cómodos con él. En ese caso, no es necesario insistir.
En breve
Cuando se trata de ayudar a tu bebé a dormir plácidamente, existen múltiples estrategias y consejos valiosos que marcan una diferencia significativa. Mantener a tu bebé cómodo en términos de ropa y temperatura y establecer un horario de sueño regular son prácticas esenciales. El uso de ruido blanco proporciona un ambiente relajante, y establecer una rutina de sueño consistente les permite a los bebés anticipar la hora de dormir, mientras que poner a tu bebé en la cuna cuando aún está despierto y ofrecerle un chupón son recursos útiles para promover un sueño tranquilo.
En última instancia, la clave está en comprender las necesidades individuales de tu bebé y adaptar estos consejos a lo que funcione mejor para tu familia, con el objetivo de asegurar noches de sueño más serenas tanto para el bebé como para los padres.